Los monumentos de arquitectura religiosa de la Ciudad Colonial de Santo Domingo son un gran patrimonio histórico de nuestro país y motivo de orgullo para todos los dominicanos. Aquí presentamos 3 de los más importantes, y con ellos iniciamos una serie de artículos especiales sobre la historia y características de nuestros monumentos coloniales.
Catedral de Santo Domingo
La Catedral de Santo Domingo, mejor conocida como Catedral Primada de América, fue declarada en 1546 la primera catedral del Nuevo Mundo por el Papa Pablo III, a petición del emperador Carlos V. Esta preciosa basílica menor está dedicada a Santa María de la Encarnación.
© Mario Roberto Durán Ortiz
Su exterior muestra un estilo gótico con adornos renacentistas fechados entre 1514 y 1546. La fachada posee tres puertas, siendo la principal la puerta norte, gótica como el resto de la fachada, que comunica con el Parque Colón. La puerta sur, también gótica, se conoce como la puerta del Perdón porque, antiguamente, cuando los perseguidos políticos la cruzaban eran automáticamente perdonados. La puerta Mayor es de estilo plateresco y da a un pequeño atrio.
© flycamrd
En su interior se encuentran grandes obras de arte, como una pintura sobre madera de la Virgen de Altagracia, datada de 1523. Además, lápidas con las exequias de distintos arzobispos y otros elementos ornamentales de la época colonial. El altar mayor está presidido por un retablo barroco.
Iglesia del Convento de los Dominicos
La Iglesia del Convento de los Dominicos es uno de los monumentos coloniales más hermosos de la ciudad de Santo Domingo. Data de 1510 y se constituye como la primera construcción católica del Nuevo Mundo.
© conventodominico.org
La participación de la Orden de los Dominicos en el acontecer histórico de Santo Domingo es de gran relevancia. Destaca el valiente sermón de Fray Antón de Montesinos y su valiosa labor educativa, unida al origen de la primer universidad del continente americano, hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
En relación con su arquitectura, en la preciosa fachada de la iglesia y convento, se mezclan los estilos gótico, barroco y gótico isabelino, siendo este último el que predominó en la época colonial. En 1746 se restauró el lugar siguiendo el estilo barroco.
© flycamrd
A lo largo del tiempo la construcción sobrevivió varios terremotos importantes, no sin grandes daños. En 1545 un fuerte ciclón afectó parte de su estructura. El convento permaneció cerrado durante la ocupación haitiana y posteriormente distintas órdenes religiosas se hospedaron en el edificio, hasta que en 1954 los dominicos retomaron su posesión.
© @guillermovanderlinde
En la actualidad, la acogedora iglesia alberga cinco retablos de uno de los pintores más importantes de la época, el español Juan Martínez Montañés. Además, se encuentra la capilla de Nuestra Señora del Rosario, patrona de los dominicos, levantada en 1649. La bóveda de la capilla se decoró con los doce signos del zodíaco, conociéndose popularmente como la “Capilla del Zodíaco”. Lo característico es que esta es una de las pocas capillas del mundo donde se representan elementos astrológicos, compartiendo este rasgo con las capillas de Salamanca y Río Seco.
Ruinas del Monasterio de San Francisco
Las Ruinas del Monasterio de San Francisco son las más importantes y dramáticas de la ciudad de Santo Domingo. El edificio original del monasterio se construyó en madera en el año 1508 en lo alto de una colina para el uso de la orden de San Francisco. Debido a la fragilidad del material, a los fenómenos meteorológicos y a los asaltos se desmoronó. Se decidió entonces reconstruirlo. El nuevo edificio de piedra fue construido entre los años 1523 y 1664, aunque fueron las modificaciones que se le hicieron en el siglo XVIII las que aún se pueden observar en lo que queda de las ruinas.
© nathaliepenacomas
En 1586 fue saqueada por el corsario Francis Drake, lo que dejó daños en su diseño que fue reparada en su totalidad en el 1664. Sin embargo, en el 1673 el monasterio quedó destruido tras un terremoto, quedando en ruinas, tal y como se le conoce en la actualidad.
.
El monasterio estuvo integrado por tres edificios unidos entre sí, pero arquitectónicamente independientes: la iglesia, el convento y la capilla de la Tercera Orden. En el centro, se abría un claustro con un aljibe en medio. El acceso a la iglesia se hacía por una majestuosa portada orientada hacia el sur, mientras que al convento se entraba por la puerta del Este. Esta última ornamentada con el cordón de San Francisco, artísticamente tallado en piedra. A la capilla de la Tercera Orden se llegaba a través de la iglesia principal o del claustro.
© nathaliepenacomas
En el 2015 el Ministerio de Turismo convocó un concurso internacional para un proyecto de rescate de las ruinas. Resultó ganador el arquitecto español Rafael Moneo y su equipo. La propuesta fue objeto de fuertes críticas y controversia y no llegó a materializarse. Sin embargo, el lugar de las ruinas se sigue utilizando para eventos sociales y culturales.
© Vanessa Castillo
Joyas de la arquitectura
Además de las descritas anteriormente, en la Ciudad Colonial encontramos muchas otras joyas de la arquitectura religiosa de la época colonial. Entre estas cabe destacar las Ruinas de la Iglesia-Hospital de San Nicolás, la Iglesia de Santa Bárbara, Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, Capilla del Hospital de San Andrés, la Iglesia de San Carlos y la Capilla de los Remedios.
. . . . .
| Imagen de portada © conventodominico.org