Tridimensionalidad, curvas y figuras geométricas son razgos distintivos de la obra de Gabriela Farías, una joven promesa del arte moderno dominicano. Creativa y dinámica, ha participado en las exposiciones grupales locales Blue y Pop Up Galley de Catalysta, así como en el Art Week Miami en la Feria Red Dot.
Desde niña fue curiosa, le fascinaba entender los procesos de creación de todo lo que para su edad fuese digerible. “Sabía que quería hacer carrera en el mundo creativo, pero todavía no sabía cuál, ni cómo hacerlo. Pensaba que mi diálogo con el arte iba a ser solo de coleccionista, por esto creo que este mundo me encontró a mí, y no yo a él”.
Durante sus años en The School of the Art Institute of Chicago (2014-2018) estudiando Arquitectura de interiores, tuvo la oportunidad de trabajar con madera, alfarería y metales. Esto despertó en ella una curiosidad enorme de explorar todas las posibilidades de crear.
“Mi interés por esto viene de mi madre, la mujer más creativa que conozco. Siempre hemos compartido esa pasión por hacer cosas con las manos. Recuerdo desde muy pequeña verla en la mesa del comedor haciendo, armando, creando y siempre alimentaba mi curiosidad dejándome participar”.
¿Cómo describirías tu arte?
Es difícil ubicarlo en una casilla, es un espacio entre la escultura y pintura. Existe un nicho en el arte local entre la belleza de la tradición de la pintura y la complejidad de la escultura, un espacio que se caracteriza por ser híbrido y navegar entre ambos mundos. Me da curiosidad ver qué espacio puedo ocupar allí junto con otros artistas jóvenes.
Mis piezas nacen en un universo utópico. Allí solo habito yo. Son el reflejo de emociones del mundo real en un mundo imaginario. Puede parecer extraño, pero cierro los ojos y las veo. Suelen aparecer justo antes de dormir, entre estar despierta y estar soñando. Una vez son materializadas, ya no son solo mías.
¿Cuáles técnicas y materiales utilizas?
Por el momento el protagonista ha sido la madera que es mi material favorito porque hace alusión a tradición, a historia y a un sentido de hogar que todos conocemos; pero estoy empezando a experimentar de nuevo con metales.
Resina y luz son otros materiales que me interesa trabajar. Esculturas suspendidas, móviles, interactivas, de piso. Que vivan completamente libres en el espacio. Tal vez en este nuevo año veamos algo de eso.
¿En dónde encuentras inspiración?
Me inspiro en memorias, recuerdos de mi niñez, sonidos, música. Las piezas llevan nostalgia en ellas, aunque a primera vista esto pase desapercibido. Ellas son cápsulas gráficas de mi memoria, o así me gusta describirlas.
¿Cómo crees que ha evolucionado tu arte desde tus inicios hasta hoy?
El último año ha sido retador. Las piezas salen de una habitación gris, por esto digo que ellas me encontraron a mí. Ha sido un desafío permitirme ser vulnerable y dejar que ellas hablen solas. Esto con respecto al trasfondo de las obras.
Por otro lado, estoy sorprendida con la acogida que mi trabajo ha tenido, tomando en cuenta que se sale de lo “tradicional”, nunca pensé que en poco tiempo tantas puertas se abrirían.
Dentro del proceso creativo la “prueba y error” son partes íntegras para el crecimiento. En esta fase he podido lograr geometrías más complejas, un mejor entendimiento del color y sentirme más cómoda intentando técnicas nuevas en construcción y pintura de las piezas. Recientemente empecé a trabajar el degradado en pintura automotriz, la primera pieza con esta técnica fue parte del Pop Up Gallery de Catalysta y la recepción del público fue excelente.
¿Crees que tu formación como Arquitecta de Interiores influye en tus obras?
Definitivamente. Era importante para mí que, donde sea que estuviesen, llevaran con ellas un elemento arquitectónico, tridimensional, que vivieran más allá de “la pared”. Realmente nunca las imaginé de otra manera.
Hay algo especial en la tridimensionalidad de lo que hago. Siento que solo estoy arañando la superficie en ese aspecto. Me ilusiona mucho crear espacios inmersivos, instalaciones, que sean experiencias de estimulación para los 5 sentidos. Transportarlos al mundo utópico.
Planes o proyectos futuros
Me encantaría seguir participando en ferias internacionales y claro, un show inmersivo en solitario es la meta a largo plazo. Las oportunidades se presentan solo cuando estás listo para recibirlas así que mientras ellas llegan, yo seguiré trabajando en el taller.
Miro al futuro y me veo a mí en el taller, trabajando. Mis piezas, espero que sean ciudadanas del mundo.
| Imágenes cortesía de Gabriela Farías © Sebastián García
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