El 2020 ha sido sin dudas el año de reflexionar y mirar hacia dentro; un año en el que nuestras prioridades cambiaron, así como el uso que hacemos de nuestros espacios. Diseñadores y arquitectos hemos hecho mayor conciencia de la incidencia de la arquitectura en el bienestar humano y estamos en constante búsqueda de elementos que nos permitan mejorar esta experiencia. El diseño biofílico es una corriente que nos acerca a lograrlo.
Busca integrar la naturaleza con el espacio construido y diseñar lugares inspiradores que conecten a los humanos con su entorno. El uso de fibras naturales, madera, plantas interiores, espejos de agua, sonidos de la naturaleza es parte de lo que plantea este concepto de diseño.
Aeropuerto Internacional Jewel Changi, Singapur © Unsplash
Edward Osborne Wilson en su libro Biophilia describe que la biofilia es el “grado en que los seres humanos están conectados con la naturaleza y con otras formas de vida y se fundamenta en los millones de años, durante los cuales el Homo Sapiens se relacionó con su entorno y creó una necesidad emocional, profunda y congénita de estar en contacto cercano con el resto de los seres vivos”. Esta proposición sugiere que la identidad humana depende, de alguna forma, de nuestra relación con la naturaleza.
Arquitectura y Biofilia
A lo largo de la historia ha existido una constante acerca de la forma de actuar del hombre con la naturaleza en función de sus necesidades, transformando, explotando y hasta degradando a la misma a su antojo. Esto ha provocado que el ser humano presente una gran indiferencia o desconexión con el ambiente natural, y no se detenga a realizar una introspección de él mismo o del espacio que habita.
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La incorporación del concepto de la biofilia en la arquitectura es un vínculo que acerca la naturaleza al ambiente edificado. Evoca la esencia del ser humano, ya que este es un ente natural, al igual que social.
Una de las finalidades del diseño biofílico es que el hombre sea capaz de conocer, comprender y mantener la naturaleza. Asimilando de este modo el entendimiento del ser humano como una parte integral de ella.
The Royal Children’s Hospital, Melbourne, AU © Billard Leece Partners
Los beneficios de la aplicación de este concepto de diseño son amplios. Varios estudios sobre su implementación en centros de salud han concluido que los pacientes que tienen habitaciones con vistas a la naturaleza se recuperan en menos tiempo. En espacios de oficinas se ha comprobado que ayuda a reducir el nivel de ausentismo. Además, incrementa la concentración y la creatividad en sus empleados.
En el diseño urbano, la biofilia propone a las ciudades permitir a los habitantes desarrollar actividades y un estilo de vida que los deje aprender de la naturaleza y comprometerse con su cuidado. A nivel arquitectónico, busca integrar características naturales, como ventilación, luz natural y vegetación.
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Principios del Diseño Biofílico
Los principios del diseño biofílico se pueden aplicar tanto a edificios nuevos como existentes, y a los espacios de interior y de exterior por igual. Se pueden aplicar con diferentes escalas y presupuestos, y tienen el mayor impacto en los entornos urbanos en los que más nos hemos alejado de la
naturaleza.
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Conexión visual con la naturaleza
Facilitar en nuestros diseños la vista a los elementos de la naturaleza, sistemas vivientes y procesos naturales. Un espacio con una buena conexión visual con la naturaleza se siente completo, atrapa la atención y puede ser estimulante o calmante. Puede transmitir un sentido del tiempo, el clima y relación con otros seres vivos.
Conexión no visual con la naturaleza
Propiciar estímulos auditivos, olfativos y táctiles en los espacios, que produzcan una deliberada referencia positiva a la naturaleza. Esto hace que los espacios interiores se sientan frescos y equilibrados. Las condiciones ambientales se perciben como complejas y variables, pero al mismo tiempo familiares y confortables, donde sonidos, aromas y texturas recuerdan el estar al aire libre.
Casa del Bosque, A20 Arquitectos © Francisco Manosalvas y Luis Sabater Musa
Variabilidad térmica y del flujo del aire
Sutiles cambios en la temperatura del aire, humedad relativa y flujo pueden hacer sentir a un espacio refrescante, vigorizante y confortable. De igual forma proporciona una sensación de flexibilidad y control. Podemos lograrlo a través de sistemas mecánicos de climatización o aplicando estrategias de diseño pasivo en cuanto a dirección de los vientos y soleamiento.
Presencia de Agua
Una condición que mejora la experiencia de un lugar es ver, tocar o escuchar el agua. La fluidez, la iluminación, el sonido, la proximidad y la accesibilidad contribuyen a lograr que un espacio sea estimulante, calmante o ambos.
Barranca Este 70, Arq. Jackeline Serulle © Ricardo Piantini
Luz dinámica y difusa
Está comprobado que las condiciones de iluminación de un espacio provocan diferentes respuestas psicológicas en sus usuarios. El diseño de iluminación debe combinar diferentes fuentes de luz, natural y artificial, para lograr ambientes donde se incremente el rendimiento, estado de ánimo y bienestar.
Materiales naturales
En el diseño biofílico es muy importante el uso de materiales y elementos de la naturaleza que reflejen la ecología local y creen un sentido distintivo del lugar; que le aporten calidez y autenticidad a los espacios. Materiales como madera natural, cuero, piedras, texturas fósiles, corcho entre muchos otros, podemos emplearlos en las superficies interiores, carpintería, mampostería y detalles de acento. También en el uso de paletas de colores naturales, particularmente verdes y marrones.
Hotel AKA Patagonia, Arq. Pablo Larroulet © Fernanda del Villar
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