Fibras orientadas es un espacio interior de oficinas de Mendotel, una empresa de servicios de tecnología en Guayaquil, Ecuador. Los autores del proyecto, los arquitectos ecuatorianos Juan Alberto Andrade y María José Vascones, lo definen como “una reforma de color y materia”.
El principal objetivo del proyecto fue diseñar un espacio completamente flexible para las nuevas necesidades del cliente, por lo cual, para el punto de partida de esta propuesta se estudió su posible ocupación. La propuesta de diseño se enfocó en generar diferentes niveles de privacidad, a través de múltiples posibilidades.
Las soluciones espaciales se basan en la autonomía de los usuarios, en la capacidad de decidir y resolver sus necesidades según su situación. El diseño propone una reconfiguración de espacios completamente sellados con privacidad sólida para espacios parcialmente abiertos y libres que comparten el sistema de ventilación y comunicación.
Al contar con un espacio limitado en tamaño, unos 80m2, se trabajó el estante reticulado con particiones de vidrio de piso a techo. Esto proporcionó la privacidad deseada pero permitiendo la permeabilidad visual en todo el lugar, y creando así una nueva fachada interior.
“El estante reticulado se presenta como una nueva fachada interior, lo que nos permite abordarlo desde su función y su forma. A través de las particiones de vidrio se busca trabajar esta nueva intervención desde la flexibilidad y explorar sus diferentes manifestaciones”.
Juan Alberto Andrade y María José Vascones
El diseño y la dinámica funcional en los espacios interiores se articula por el mobiliario utilitario que se desarrolla a partir del estante. Un conjunto de mesas fijas, unidades de almacenamiento y puertas corredizas flexibilizan el uso. La materialidad, métodos de fabricación y construcción se idearon particularmente por el tipo de ejecución que debía conseguir el proyecto.
Una reforma de materia y color
Fundamentalmente los materiales empleados fueron madera de pino y madera lacada de color. El estante reticulado está hecho de madera de pino en tablones (de 19 x 9 cm) con un sistema de tarugos y cola blanca, además de diferentes elementos y tabiquerías con tableros de OSB. El piso está terminado con cemento y una capa de sellador. Las instalaciones de techo son expuestas.
El uso del color surge del requisito de implementar el color corporativo en la nueva oficina: azul. La implementación se obtiene matizando el tono, llevándolo al PANTONE 19-4052 Classic Blue. El tono azul se contrasta con los tonos blancos y grises en el piso, las paredes y el techo para generar superficies que reflejan la luz. El color en este proyecto fue útil para dividir los espacios, siendo el azul el centro de servicios:estar, kitchenette, baño; y el objetivo para las áreas de trabajo y producción.
El uso de la madera proviene de una búsqueda personal como pensamiento de arquitectura y materia. Distanciarlo de sus estereotipos con nuevas interpretaciones y darle valor desde su aspecto natural, aislante, ligero y fácil de construir.
| Texto cortesía de Juan Alberto Andrade y María José Vascones. Imágenes JAG Studio.